La técnica del masaje no es difícil, en realidad es un gesto instintivo en muchas acciones de la vida cotidiana, desde acariciar a un bebé hasta frotarse una articulación cuando nos duele.De todas formas, para que disfrutemos al máximo del masaje y de sus múltiples beneficios, hay unos conocimientos básicos que nos conviene conocer
Todo masaje debe ser agradable. De este modo, debemos evitar movimientos bruscos o dolorosos.
Debes concentrarte en lo que haces y estar atento a las sensaciones que se experimentan.
El ritmo del masaje es muy importante. Los movimientos originan ondas que se propagarán por todo el cuerpo.
Una misma técnica de masaje podrá ser estimulante o relajante, todo dependerá del modo de aplicarla. Un masaje fuerte y brusco es vigorizante; mientras que uno lento y regular, puede relajar y calmar.
Los gestos deben ser suaves sobre las zonas óseas y más fuertes o vigorosos en la musculatura.
Es muy importante el cuidado de tus manos. El masajista debe tener cuidadas sus manos, suaves. También es importante el cuidado de las uñas, para aprovechar al máximo la capacidad de masaje con las yemas.
No se puede dar el masaje con las manos secas, directamente sobre la piel. Para los masajes ayúdate de aceites para masajes: harán que las manos se deslicen mejor y maximizarán el efecto del masaje.
El masajista debe tener las manos muy limpias lavándose antes y después del masaje.
El masajista debe quitarse anillos, pulseras y relojes para no dañar a la persona que va a masajear y el pelo( tanto del masajista cómo del paciente)debe estar siempre recogido.
Durante el masaje poner música relajante o tranquila de fondo, ya que beneficia la relajación y el bienestar de la persona a la cual se le está realizando el masaje.
El masajista debe calentar (previamente al masaje)la flexibilidad de la mano y de la muñeca mediante ejercicios, para evitar lesiones.
La posición que debe adoptar el paciente durante el masaje debe ser muy cómoda para intentar la mayor relajación posible.
La posición que debe adoptar el masajista durante el masaje debe ser muy cómoda para evitar el cansancio y lesiones musculares.
Trabaja los pequeños bultos que aprecies bajo la piel. Son zonas rígidas, tensas o bloqueadas que tienen cúmulos de fibras musculares.
Debes tener en cuenta las situaciones en las que no es conveniente aplicar un masaje.
Concéntrate cuando hagas los masajes, trata de captar la energía que tiene en ese momento el paciente para transformarla y hacerla beneficiosa para él.
Necesitas practicar mucho el masaje , para que las manos se acostumbren a los movimientos y a captar cualquier anomalía en la piel, no te desesperes al principio es bastante difícil, pero es como si aprendieras a tocar el piano. PRÁCTICA, PRÁCTICA Y MÁS PRÁCTICA.