Masaje de Espalda:
La persona que va a recibir el masaje debe estar acostado boca abajo.
Antes de empezar hay que saber que los masajes se realizan desde el cuello hacia la zona sacra, y tiene que ser movimientos profundos y lentos, con los pulgares alrededor de la columna vertebral. Movimientos hacia arriba, hacia abajo y hacia los hombros.
Seguir esta progresión que os vamos a presentar para que vuestros masajes de espalda sean totalmente placenteros y saludable.
Empezaremos doblando el brazo hacia la espalda, y masajeando el borde del omóplato de arriba hacia abajo, de forma firme pero suave, con cuatro dedos.
Con la técnica del amasamiento, a ambos lados de la columna vertebral desde el cuello al sacro, lento y profundo. Con ello conseguiremos aflojar la tensión muscular.
Con los puños, los deslizamos a los costados de la columna desde el cuello al sacro, allí separamos las manos hacia los costados y subimos deslizando las manos en forma ondulante por toda la espalda hasta llegar al hombro donde deslizamos hacia la zona del cuello dónde volveremos a comenzar.
El mismo tipo de masaje pero apoyando la palma de la mano desde los hombros hasta la cadera. Con la técnica de deslizamiento, con toda la mano, por toda la espalda, desde el cuello hacia la cadera, abriendo hacia los laterales, volver a la posición inicial. Esta vuelta la hacemos deslizando apenas las manos para no perder el contacto con el paciente.
El último movimiento será deslizamiento en cuello, hombros y bajar por los brazos hasta las manos.
Las repeticiones de estos pasos dependen de vosotros, del bienestar del paciente con el movimiento ó de las necesidades del mismo.
Masaje de Cuello:
Seguir esta progresión que os vamos a presentar para que vuestros masajes de cuello sean totalmente placenteros y saludable.
Empezamos con un suave masaje de amasamiento y pequeños pellizcos hacia la nuca, partiendo desde el centro del cuello.
Con tres dedos de cada mano, realizaremos movimientos ascendentes y vibratorios desde la comisura del pecho hasta el mentón.
Amasamiento desde la base del cuello hacia un hombro y después hacia el otro.
Levantamos la cabeza del paciente lentamente, la llevamos con mucha suavidad hacia un costado sosteniendo con una mano el mentón, con la otra masajear en forma de amasamiento el costado del cuello hasta los hombros, primero de un lado y después del otro.
Tomamos la cabeza, una mano sobre la cúspide y la otra sobre el mentón. Suavemente la giramos hacia los dos lados.
Volvemos a apoyar la cabeza sobre los brazos y masajear los hombros.
Terminamos con presiones sobre los brazos desde el hombro hasta las muñecas, y volviendo hasta el hombro de la misma forma.
Las repeticiones de estos pasos dependen de vosotros, del bienestar del paciente con el movimiento ó de las necesidades del mismo.